25/03/2008

nicolas et frederick mes profeseurs

cuando un dia llegas a clase después de estudiar ese silencio ese compás revoltoso,o la repetición
del contrapunto que me vuelve loco,es un placer llegar y que frederick diga que guardemos las partituras y nos pongamos juntos en circulo ,creamos una melodia partiendo de nosotros mismos,esos mismos que se disfrazan de colores y mandan la frase tan lejos y alta como quieren para mi es partir de remayor,los demas en sus escalas y pueden pasar cosas maravillosas,tema de 10 minutos que te hace pensar en una ascensión hasta las nubes para quedarte alli,la existencia se marca aveces por la improvisacion o más por eso que llevamos dentro y que solo sale,no cuando quiere,sino cuando cierras los ojos y te relajas.
os dire que la direccion que me dirige en el hotel ve poco probable darme los jueves por la tarde,una vigeimoprimeraparte de la semana laboral,para que yo me sienta como un niño con mis notas y mi ilusion de subirme hasta esas nubes como aquel que defiende su pasion,yo vikingo y defensor de esos momentos de ser humano me negare al sufruto crematistico de este hospedaje por el echo de que no me aseguren esa infima parte creeis que es demasiado.
lu.un trozito de clase.



peolpe







los peces venían a crear el azul de los ojos en su regazo
y las ciruelas a madurar su verde entre la
paja indeclinable de sus cabellos.

Ella hacía un ángulo agudo con las puntas de
sus mismos pies.

Cósmica creciente
el arco iris era el ala frágil de sus cantigas
y en cada labio le sonreía un sonido de piedra oscilante.

Ella ya no cabía en una tarjeta postal.